Soy hijo, pareja y amigo. Tengo mil defectos y a veces soy machista, ya que muchas veces digo «seguro que es una mujer» cuando un coche hace una maniobra un tanto desconcertante. También puedo ser homófobo porque a veces digo «eso es una mariconada» y xenófobo porque «trabajo como un negro».

Si quieres culpabilízame, yo asumo, pero te aseguro que no soy tu enemigo. 

Tal y como yo lo veo, no es un problema de ideología, como muchos nos quieren hacer ver, es un problem de principios. Muestra un perfecto ejemplo, para mi el mejor post sobre esta huelga:

Al igual que el día internacional del medio ambiente, de la paz, de la alegría o del orgullo gay, se están haciendo eventos reivindicativos que sirven más para mover la maquinaria propagandística y en algunos casos capitalista (vamos a ser sinceros y esto del World Pride es más un botellón pijo que una reivindicación sobre orientación sexual).

Turistas en el World Pride Madrid 2017

Por maquinaria propagandística, me refiero a Partidos Políticos y Sindicatos que avivan al populacho a través de sus organizaciones afines a discutir sobre la desigualdad de la mujer, del colectivo LGTB, y cualquier causa que vaya surgiendo con la irremediable confrontación social que esto supone. Sin embargo, no nos animan a hacer una huelga general que pida equiparar las prebendas de los políticos a la del resto de los mortales.

En mi opinión estamos (todavía) ante un problema de desigualdad de clases, que se acentúa en colectivos tradicionalmente más vulnerables, como en las mujeres, pero su desigualdad no es de género porque no es lo mismo una «chacha» que una «miembra del parlamento»; o razas minoritarias, porque tampoco es lo mismo el «Sultán de Brunéi y hacer negocios con el rey» que «el negro que vende grifa en Lavapiés»…

Considero que mientras no haya una crítica real a los privilegiados tendremos una realidad parcheada, pero que siempre hará aguas…

La igualdad no puede ser un privilegio, es una necesidad y que necesita una guía clara y concisa. Debería ser la Constitución , pero a día de hoy, visto lo visto, es un papel mojado más digno de lástima que de elogio…

Grave problema es el mediático, financiado y subvencionado por el poder, que no sólo se preocupa de adoctrinarnos en busca de un voto para que nada cambie. Los medios han sido capaces de hacernos creer que somos un país de clase media, cuando en realidad somos un país de obreros endeudados hasta las orejas, trabajando y pagando para que vivan bien los mismos señoritos que sometían a tu bisabuelo. Antes eran dueños de la tierra, ahora de las empresas; antes trabajábamos con la mano bajo el sol, ahora con aire acondicionado dándole a la tecla, pero igualdad, lo que se dice igualdad en este país no la hubo nunca.

Diego Santos

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