¿Aún no te has enterado que ha muerto Bauman? Pues si, eso parece. Ha muerto Bauman. Pensador, sociólogo y filósofo dicen varios periódicos nacionales de tirada generalista. Crítico, aseguran. ¿Acaso no estamos obligados a serlo todos los que nos consideremos sociólogos? Quizás nadie se había dado cuenta porque nadie conoce a uno.
¿Sociología? ¿Eso es una carrera?
Bueno en realidad la sociología es una ciencia que debe basarse en un análisis crítico de la sociedad. Suena con tan poca fuerza la palabra crítica en nuestro país que los sociólogos estamos fuera del juego político, económico y laboral.
En España no somos de criticar constructivamente, aquí somos forofos. Nacimos inmersos en el colorismo intelectual y así nos va.
– ¿Eres del Madrid o del Barsa? Soy del Dépor.
– ¿Pero después del Dépor? De ninguno
–¿Entre el Madrid y el Barsa cual eliges? A ninguno. Me dan igual.
–No puede ser, tienes que ser de uno.
–¿Qué eres de izquierdas o de derechas?
– Todos los partidos políticos me parecen una basura.
– Entonces eres de Podemos.
– Yo no voto. No creo en como se plantea la representación del pueblo en nuestro país.
-¿Eres comunista?
– No, no soy ni comunista ni liberal. No soy nada. Lo que pasa es que en mi opinión la democracia parlamentaria está mal planteada en España y la economía mixta es el peor de los sistemas. A mi modo de entender el mundo, las corporaciones son las que mandan, los gobiernos son el circo del siglo XXI. Antes había payasos para entretener al pueblo, hoy tenemos a Rajoy.
-¿Y eso?
Eso da mucho que hablar. El caso es que ayer ha muerto Bauman. Sociólogo. Tengo que reconocer que junto con Baudrillard y Lipovetsky son pilares fundamentales de uno de los apartados de mi tesis, en los que los utilizo como recurso teórico en los aspectos más relacionados con el consumismo, tanto del surf como del turismo. Si, los clásicos contemporáneos que son recurrentes.
Me ha gustado mucho este comentario, ya que siempre he reflexionado mucho en la doble moral que encierra cagarse en el consumismo y tratar de vender dichas ideas. Pero al fin y al cabo todos somos incongruentes y todos tenemos que comer. Poblamos un mundo en el que ser librepensador es hacer una oposición a ser un muerto de hambre. Para tener ingresos no hay que pensar, hay que vender. El conocimiento es difícil de producir, pero la escasa demanda hace que se venda barato, se invente o se plagie. Además, en la vida tal y como la conocemos hoy, hay que producir pensando en lo que otros querrían comprar, no lo que querríamos decir. Así nos va.
No quiero criticar, y mucho menos a un muerto. Quiero aprovechar su muerte para intentar reflexionar sobre la sociología, el oportunismo mediático y la dignidad de todas las ideas.
Con Bauman, se fue uno de los grandes.
Gracias Zyg.