Últimamente, el día de mi cumpleaños estoy haciendo un pequeño balance de qué ha significado el año para mí. Qué pena que no se me haya ocurrido hacer esto cuando todo era más divertido, durante la alocada primera parte de la década de los 20, en el que los veranos tenía mil planes y parecían durar infinito. Es paradójico que en aquella época, con cero responsabilidades, no era capaz de sacar ni un minuto para pasar a ordenador mis apuntes vitales y, ahora que debería concentrarme en otras cosas más trascendentales, empiezo a encontrar tiempo para sentarme a reflexionar sobre mis intimidades. Sí, me estoy haciendo pureta a pasos agigantados, pero ni me molesta ni veo mi antigua vida con nostalgia. Diferentes etapas, diferentes perspectivas, experiencias y retos. Pero con la experiencia veo que ni la edad, la capacidad o el conocimiento son importantes. Sin duda a día de hoy creo que el eje de la vida es la actitud.

Tampoco vamos a engañarnos, el mundo es bastante mierda y esta lleno de malditos bastardos deseando vernos caer. Pero la actitud no sólo es una herramienta hacia el éxito profesional, también lo es para el éxito personal o para una vida interior satisfactoria. Reconozco que a nivel productivo este año ha sido mucho más relajado que el anterior, sin embargo ha sido tremendamente enriquecedor en otros aspectos.

Sentimentalmente ha sido el año de mayor aprendizaje, ya que interpretar lo que te dice el corazón no siempre es fácil. Puedo decir que he aprendido a querer gracias a Laura, que se cruzó en mi vida casi por casualidad y me ha demostrado que es mi complemento perfecto, en cuerpo, mente y espíritu. Lo único malo es que me derrite sólo con mirarme, tenemos que pulir un poco eso. Me parece increíble estar diciendo esto, yo, que me cuesta decirles a mis padres que les quiero.

Cuando la vida personal va bien, el alma se alimenta y se vuelve inmune a cualquier agente externo que ose perturbar, afortunadamente del bache físico y anímico del año pasado, no queda casi ni el recuerdo.

No voy a negar que este año he currado mucho, pero con mucho más cariño en cada proyecto. He sufrido por mi y por la gente a la que quiero. La vida es perra pero tiene sus recompensas. No he viajado lejos, pero fui a Lanzarote en un surfari épico. He leído, escrito y reescrito con mi lenguaje y con mis tiempos, sin ninguna presión, disfrutando de no tener que presentar nada ante ningún tribunal. Horas delante del ordenador anotando historias inconexas que espero que se plasmen pronto en algo que tenga sentido.

He tenido la suerte de sentirme profeta difundiendo mis ideas en charlas, festivales y radio.

Aunque todo es mejorable, tengo mucha suerte de decir que a día de hoy.

Si, soy muy feliz. Gracias a todos los que contribuis a ello en cualquier medida.

Diego Santos

4 thoughts

  1. Grande Diego !!!
    El eje de la vida es la actitud y si es positiva, nuestras vidas se llenarán de cosas y momentos positivos, y lo tengo claro, estemos en donde estemos…
    Tanti auguri da Italia amico mìo !!!. Per molti anni pìu. Ci vediamo presto e sicuri di bere un paio di birre come abbiamo fatto in Marocco.
    Grande abbraccio e buona giornatta.

  2. Muchas felicidades Mareas!!! Bonitas palabras. Esperemos que sigas dedicándole tiempo al blog y podamos seguir leyéndote.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.